Mecanicismo
El mecanicismo es una doctrina filosófica nacida en el siglo XVII, que afirma que la única forma de causalidad es la influencia física entre las entidades que conforman el mundo material, cuyos límites coincidirían con el mundo real, para explicar la realidad en términos de materia.
Mecanicismo clásico:
El mecanicismo surgido en el siglo XVII, como enfoque filosófico de las investigaciones científicas de Galileo, Huygens, Boyle, fue enunciado por René Descartes. Se trataba de una auténtica cosmovisión caracterizada por dos doctrinas, una ontológica y otra gnoseológica.
La ontología mecanicista cartesiana contenía dos tesis principales:
(a) el mundo (y todo objeto) es una máquina o como una máquina (maquinismo)
(b) todo lo real es físico (fisicismo o "fisicalismo").
La gnoseología mecanicista, por su parte, sostenía la reducción de los fenómenos a sus partes (físicas) y sus interacciones (mecánicas), era necesaria y suficiente para explicar esos fenómenos (reduccionismo).
El mecanicismo es la doctrina según la cual toda realidad natural tiene una estructura comparable a la de una máquina, de modo que puede explicarse de esta manera basándose en modelos de máquinas. Como concepción filosófica reduccionista, el mecanicismo sostiene que toda realidad debe ser entendida según los modelos proporcionados por la mecánica, e interpretada sobre la base de las nociones de materia y movimiento. El reloj fue durante mucho tiempo el prototipo de máquina (que por una parte liga el tiempo con el espacio que debe recorrer el péndulo o las agujas de su esfera), aparecido como el modelo de las concepciones mecanicistas de los siglos XVII hasta mediados del siglo XIX. Se trata de una metáfora radical, porque constituye no sólo un modo de entender la física de los cuerpos, es decir lo que se llamó mecánica moderna, sino una verdadera filosofía, es decir una concepción del mundo en su conjunto.
La psicología científica tiende a dar explicaciones mecanicistas de la mente y la conducta humana, como se puede apreciar principalmente en dos de los modelos que han gozado de más éxito, el conductismo y la psicología cognitiva. En el primer caso por sus explicaciones basadas en las asociaciones entre estímulos y respuestas (en los reflejos) y el olvido de toda posible intervención de un sujeto capaz de trazarse metas que le liberen de la presión ambiental, y en el cognitivismo por suponer que la actividad mental y el comportamiento dependen de procesos que, si bien mentales e internos, se rigen por mecanismos matemáticos o cuasi matemáticos, semejantes a los que determinan la actividad de los ordenadores.
En su continua lucha por comprender y verificar, el hombre ha tratado de descubrir las causas de todos los fenómenos naturales y, entre ellos de la conducta humana. Una donde las explicaciones más antiguas y venerables de la conducta. En pocas palabras, esta doctrina que todos los fenómenos naturales tienen causas físicas y que, si sabemos lo suficiente acerca de los sistemas físicos y mecánicos, entonces podremos explicar, por lo menos en principio, todos los fenómenos naturales. El mecanismo cree que, cuando se haya descubierto las causas de todos los factores mecánicos, ya no quedara nada por explicar.
La doctrina del mecanicismo se basa en varios preceptos distintos, y es importante no confundirnos. Para el mecanicista, la misma luz sirve para estudiar todos los fenómenos de la naturaleza; donde el racionalista hacía de la capacidad razonadora del hombre un caso especial, el mecanicista trata de encontrar principios según los cuales la conducta del hombre es uno de los fenómenos de la naturaleza.
El mecanicista es determinista. Mientras que el racionalista cree en el libre albedrio, el mecanicista dice que hay leyes sistemáticas de la conducta, y que se pueden descubrir. Si esas leyes se conocieran, entonces se podría predecir la conducta. La mente puede entrar o no entrar en sus esquemas explicativos, pero, si forma parte de ellos, entonces también obedece a leyes determinadas.
. Las características básicas de toda teoría mecanicista son las siguientes
• el movimiento se produce por contacto, y merced a la llamada causalidad eficiente o antecedente;
• el cambio que sufre el objeto no obedece a una intención o finalidad del propio objeto;
• el cambio se produce necesariamente: dadas las leyes de la Naturaleza y los elementos y peculiaridades del cuerpo que cambia, el cambio que sufre dicho cuerpo es inevitable.